El programa Tomatis ha marcado una diferencia significativa en la vida de mi hijo. Está más tranquilo, más concentrado y tiene mayor capacidad de atención. Antes de completar el programa Tomatis, mi hijo estaba medicado por hiperactividad. Ya no toma ningún medicamento y es capaz de controlar su comportamiento y su impulsividad. Disfruta de las sesiones y parecen tener un efecto tranquilizador en él que continúa después de terminarlas. Los beneficios aumentan con cada sesión.