Parece que no soy tan sensible al ruido en mi clase como en años anteriores. Creo que es más fácil oír a los niños y no me irrita el sonido de varias voces como me ocurría antes. También he notado una mejora lo suficientemente significativa en mi sensibilidad táctil como para que ahora quiera abrazar a la gente. Es la primera vez y todos mis amigos están sorprendidos por mi repentina transformación de tener una burbuja espacial de metro y medio a querer abrazarlos.